El número total de laudas que se conservan parecen superar las quinientas, aunque solo una pequeña parte están recuperadas y expuestas al publico. En las paredes de la iglesia hay sillares con las herramientas de trabajo que identifican las laudas gremiales.
Las más antiguas son las laudas gremiales, de entre los siglos XIV y XVI en cuya superficie se observan relieves con símbolos o artilugios que identifican las profesión de la persona enterrada ( carniceros, curtidores, sastres, canteros, carpinteros o marineros, entre otros ). Otras muestran símbolos familiares o marcas que representan de forma simbólica el nombre de la familia a la que pertenecían. Estos signos lapidarios se utilizaban habitualmente por los canteros para identificar los perpiaños que ellos labraban.
Otras laudas muestran figuras humanas esquematizadas.
Otras laudas muestran figuras humanas esquematizadas.
Más modernas son las laudas nobiliarias de los siglos XVII al XIX, en las que se representan escudos heráldicos o estatuas yacentes.
Además de las laudas, se conservan sarcófagos completos algunos en arcos abiertos en el muro de la iglesia.